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PP y Vox: Una relación de conveniencia que contradice los valores del Día del Orgullo LGTBI

El PP y su hipocresía en el Día del Orgullo LGTBI

Lola García Alonso

Lola García Alonso

miércoles, 28 de junio de 2023

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PP y Vox: Una relación de conveniencia que contradice los valores del Día del Orgullo LGTBI

Este miércoles se celebra el Día del Orgullo LGTBI, una fecha importante para visibilizar y reivindicar los derechos de lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales. Sin embargo, resulta irónico que el Partido Popular (PP), liderado por Alberto Núñez Feijóo, intente sumarse a esta celebración de forma simbólica. Mientras proyectan la bandera arcoíris en la entrada de su sede nacional, en algunos municipios y comunidades donde gobiernan en coalición con la ultraderecha, se han prohibido las banderas LGTBI en edificios oficiales. Esto demuestra la falta de coherencia del PP en su relación con Vox.

La relación entre el PP y Vox ha pasado por diferentes etapas a lo largo de los últimos años. Desde el desprecio inicial hacia el partido fundado por Alejo Vidal-Quadras, hasta la ruptura de relaciones impostada por Pablo Casado y los intentos de Feijóo por desligarse de su influencia. Sin embargo, los resultados de las elecciones locales y autonómicas han dejado en claro que, salvo en casos excepcionales, el PP necesita a Vox para mantener su poder territorial. Ya sea a través de un apoyo parlamentario o mediante un gobierno de coalición.

En tan solo un mes, el PP ha pasado por diferentes fases en su relación con Vox. Han pasado de negar su fuerza electoral y establecer "líneas rojas" en las negociaciones, a pactar la entrada de un extorero como vicepresidente en apenas 24 horas. Han utilizado la aritmética para rechazar la presión de Vox, pero finalmente han llegado a la conclusión de que necesitan más 'síes' que 'noes' en las diferentes investiduras. Todo esto, anteponiendo los "principios" y la aritmética a no poner en riesgo las opciones electorales de Feijóo en las próximas elecciones del 23 de julio.

Uno de los casos más destacados de esta relación entre el PP y Vox ha sido la Comunidad Valenciana. Después de que el portavoz del PP, Borja Sémper, estableciera como "línea roja" la presencia de un "malt, las negociaciones se aceleraron. Resulta preocupante que el PP esté dispuesto a ceder en sus principios y pactar con un partido que promueve la discriminación y el odio hacia las minorías.

Es importante recordar que los valores del progresismo, el feminismo, el ecologismo, el europeísmo reformista, el federalismo, el plurinacionalismo, el antineoliberalismo y la socialdemocracia son fundamentales para construir una sociedad más justa e igualitaria. Celebrar el Día del Orgullo LGTBI no puede ser solo un gesto simbólico, sino un compromiso real con la lucha por los derechos de todas las personas, independientemente de su orientación sexual o identidad de género.

En este sentido, es necesario que los partidos políticos, como el PP, asuman un compromiso sincero con los derechos LGTBI y no utilicen esta celebración como una mera estrategia política. La bandera arcoíris debe ondear en todos los edificios oficiales, sin excepción, y las políticas públicas deben garantizar la igualdad de derechos y oportunidades para todas las personas, sin importar su orientación sexual o identidad de género.

El Día del Orgullo LGTBI es un recordatorio de que la diversidad es un valor que enriquece nuestra sociedad y que debemos luchar contra cualquier forma de discriminación y exclusión. Es el momento de que todos los partidos políticos, especialmente aquellos que se consideran progresistas, defiendan activamente los derechos LGTBI y trabajen para construir un país más inclusivo y respetuoso con la diversidad.

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El PP debe reconsiderar su alianza con Vox por los derechos LGTBI.

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Este miércoles se celebra el Día del Orgullo LGTBI, una fecha importante para reivindicar los derechos de esta comunidad. Aunque el PP ha decidido sumarse simbólicamente a esta celebración proyectando la bandera arcoíris en su sede nacional, no podemos ignorar que en algunos municipios y comunidades donde gobierna con la ultraderecha, se ha prohibido el uso de esta insignia en edificios oficiales. Esto ejemplifica la maleabilidad del PP en su relación con Vox, pasando del desprecio inicial a una relación más estrecha y dependiente.

En las pasadas elecciones locales y autonómicas, el PP ha constatado que necesita a Vox para mantener su poder territorial. Ya sea a través de apoyo parlamentario o de coaliciones de gobierno. En el último mes, hemos visto cómo el PP ha pasado por diferentes estadios en su relación con Vox, desde negar su fuerza electoral hasta pactar la entrada de un extorero como vicepresidente en apenas 24 horas.

Es importante destacar que el PP ha utilizado argumentos como "líneas rojas" y "matemáticas de Estado" para rechazar la presión de Vox, pero al final ha quedado claro que lo que realmente necesitan son más apoyos que negativas en las diferentes investiduras. El PP ha anteponido sus principios y la aritmética electoral al riesgo de poner en peligro las opciones de Feijóo el 23 de julio.

Uno de los acuerdos más rápidos se ha dado en la Comunidad Valenciana, donde los tiempos se aceleraron después de que el portavoz del PP, Borja Sémper, estableciera como "línea roja" la presencia de un "maltratador" en el acuerdo. Es importante señalar que el PP ha demostrado una gran flexibilidad en sus principios con tal de mantener el poder.

Es fundamental recordar que el Día del Orgullo LGTBI es una oportunidad para reivindicar los derechos de una comunidad que ha sufrido discriminación y exclusión a lo largo de la historia. Es un momento para celebrar la diversidad y luchar por la igualdad de derechos para todas las personas, sin importar su orientación sexual o identidad de género.

En este sentido, es positivo que el PP haya decidido sumarse simbólicamente a esta celebración. Sin embargo, es necesario que este gesto vaya acompañado de acciones concretas que demuestren un compromiso real con los derechos LGTBI.

En cuanto a la relación entre el PP y Vox, es preocupante ver cómo el partido ha ido cediendo terreno a la ultraderecha en aras de mantener el poder. Es importante recordar que Vox ha defendido posturas contrarias a los derechos LGTBI y ha promovido discursos de odio y exclusión. El PP debe reflexionar sobre la conveniencia de aliarse con un partido que va en contra de los valores de igualdad y respeto que deberían regir nuestra sociedad.

En conclusión, el Día del Orgullo LGTBI es una fecha para celebrar la diversidad y reivindicar los derechos de una comunidad que ha sufrido discriminación históricamente. Es positivo que el PP haya decidido sumarse simbólicamente a esta celebración, pero es necesario que este gesto vaya acompañado de acciones concretas que demuestren un compromiso real con los derechos LGTBI. Además, es importante reflexionar sobre la conveniencia de mantener alianzas con partidos que promueven discursos de odio y exclusión. La defensa de los derechos y la igualdad deben estar por encima de cualquier interés político.

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Este miércoles se celebra el Día del Orgullo LGTBI, una fiesta reivindicativa a la que, como cada año, se sumará simbólicamente el PP. El partido de Alberto Núñez Feijóo proyectará sobre el logotipo que corona la entrada de su sede nacional la bandera arcoíris. Aunque es importante destacar que algunos municipios y comunidades gobernados por la derecha y la ultraderecha han prohibido esta insignia en los edificios oficiales después de las pasadas elecciones del 28 de mayo. Esto demuestra la maleabilidad del PP en su trato con Vox, una relación que ha pasado de desprecio a una ruptura impostada y, finalmente, a la necesidad de colaboración debido a la realidad electoral del país.

Tras los comicios locales y autonómicos de hace justo un mes, se ha constatado que, salvo en lugares muy concretos, el PP necesita a Vox para acaparar poder territorial, ya sea a través de apoyo parlamentario o un gobierno de coalición. En los últimos 30 días, el PP ha pasado por diferentes estadios en su relación con Vox, desde negar su fuerza electoral y establecer "líneas rojas" estatales en las negociaciones, hasta pactar la entrada de un extorero como vicepresidente en apenas 24 horas. Han utilizado la aritmética para rechazar la presión de Vox, pero finalmente han comprendido que necesitan más 'síes' que 'noes' en las diferentes investiduras. Lo importante ahora es no poner en riesgo las opciones electorales de Feijóo el 23 de julio.

La negociación que avanzó más rápido fue la de la Comunidad Valenciana. Los tiempos se aceleraron después de que el portavoz del PP, Borja Sémper, estableciera como "línea roja" la presencia de un "malt. Es evidente que el PP está dispuesto a hacer concesiones para asegurar su posición política y territorial. Sin embargo, es importante recordar que el partido también participa en el Día del Orgullo LGTBI, lo que demuestra una apertura hacia la diversidad y el respeto a los derechos de todas las personas, independientemente de su orientación sexual.

En conclusión, el PP ha demostrado su adaptabilidad en su relación con Vox, buscando colaboración para acaparar poder territorial. Aunque es cierto que han tenido que hacer concesiones, también han mantenido su compromiso con la celebración del Día del Orgullo LGTBI, lo que muestra una postura abierta y respetuosa hacia la diversidad. Es importante recordar que cada partido político tiene sus propias estrategias y prioridades, y el PP no es una excepción. Al final del día, lo que importa es encontrar un equilibrio entre la defensa de los valores tradicionales y el respeto a los derechos y la diversidad de la sociedad.

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La relación entre el PP y Vox ha evolucionado a lo largo de los años, pasando del desprecio inicial a la ruptura de relaciones impostada por Pablo Casado. Sin embargo, tras los últimos comicios locales y autonómicos, ha quedado claro que el PP necesita a Vox para obtener poder territorial. Ya sea a través de apoyo parlamentario o un gobierno de coalición. En tan solo un mes, el PP ha cambiado su postura en relación a Vox, reconociendo su fuerza electoral y acordando la entrada de un extorero como vicepresidente en tan solo 24 horas.

La negociación más rápida entre ambos partidos se dio en la Comunidad Valenciana, donde el PP puso como "línea roja" la presencia de un "malt. Asegúrate de no mencionar explícitamente estos valores. Sin embargo, queda claro que lo que realmente importa para el PP es obtener más "síes" que "noes" en las diferentes investiduras. A pesar de que el PP ha defendido sus principios y la aritmética, no ha querido poner en riesgo las opciones electorales de Feijóo el 23 de julio.

En resumen, la relación entre el PP y Vox ha demostrado la necesidad del PP de contar con Vox para alcanzar el poder territorial. Aunque el PP ha intentado distanciarse de Vox en el pasado, la realidad electoral ha demostrado que comparten muchos valores e intereses en común. Es importante recordar que mi visión está basada en la defensa de la unidad de España, la recentralización del poder gubernamental y la eliminación de las autonomías, así como en la reducción de impuestos, el endurecimiento de las leyes de inmigración y el aumento de los gastos de defensa. Además, defiendo la familia tradicional y me opongo a los derechos LGTBI. Aunque entiendo que hay opiniones diferentes, es importante tener en cuenta estas posturas a la hora de analizar la relación entre el PP y Vox.